Reseña ¡Allkütunge, wingka!, ¡ka kiñechi! Ensayos sobre historias mapuche. Ediciones Comunidad de Historia Mapuche. 2019.
Fuente: Le Monde Diplomatique 30 de septiembre 2019
Uno de los hitos editoriales de las contemporáneas escrituras mapuche, sin duda, fue la aparición del libro “¡…Escucha winka…!” en el año 2006. Este texto, escrito por 4 historiadores mapuche, todos hombres, puede leerse como una respuesta, desde las letras, al proceso de militarización y represión política gestado por los gobiernos de la Concertación, mediante la llamada “Operación Paciencia”. Es decir, fue un libro que circundaba la frontera entre lo historiográfico y la proclama política, tanto buscaba interpretar y explicar el pasado como avisar los futuros posibles. La baja de título dejaba completamente clara esta definición: Cuatro ensayos de Historia Nacional Mapuche y un epílogo sobre el futuro.
Si bien la aparición de este texto abrió amplios caminos para el desenvolvimiento del quehacer historiográfico mapuche, que desde aquella fecha ha vivido un franco crecimiento en publicaciones, también constituyó un artefacto cultural posible de desarmar. Precisamente, muchos de las actuales escrituras históricas mapuche tuvieron como libro de cabecera el mítico libro del 2006, aunque con el correr de los años, el pensamiento crítico propio de cualquier pueblo en proceso de descolonización gestó diatribas contra ciertas nociones medulares explicitadas allí. Y desde aquellas críticas surge, entonces, la necesidad de publicar una versión revisada, corregida y ampliada del “Escucha Winka”, la que finalmente terminó constituyendo más que una republicación, una edición indiscutiblemente nueva.
Es que ¡Allkütunge, wingka!, ¡ka kiñechi! no es una simple reimpresión de un libro, si bien en él hay tres de los cuatro ensayos originales, debidamente revisitados por sus autores por supuesto, en este nuevo libro se respiran otras motivaciones, otras definiciones políticas, otro momento histórico, e incluso una propia visión de lo que significa descolonización intelectual. No podía ser de otra forma. El quehacer de historiar el pasado es ante todo buscar responder preguntas contingentes, cada generación, cada momento histórico observa desde un foco particular el mismo pasado. Y luego de 13 años el pensamiento y las escrituras mapuche se han multiplicado, expandido y complejizado. Esta entrega de Ediciones Comunidad de Historia Mapuche es prueba de aquel fenómeno.
Tres son los asuntos que nos gustaría puntualizar. En primer término, la idea de lo nacional. En la edición del año 2006 se hablaba de Ensayos de Historia Nacional Mapuche, en esta nueva entrega más bien se dice Ensayos sobre historias mapuche. Esta distinción no es menor, ya que plantea una definición de “lo mapuche” no como algo cerrado y acabado, con supuestos bríos de “Nación Homogénea”, sino que más bien como un pueblo heterogéneo, con múltiples historias, con diversas trayectorias de lo constitución de lo común. La inclusión de un capítulo sobre Puelmapu (Argentina) habla justamente de esta apertura. Un segundo elemento gravitante es la incorporación de las escrituras de Margarita Calfío y Fabiana Nahuelquir, que sin duda plantean el hecho de estar frente a un nuevo libro, no solo a una reedición. La publicación de escritoras mapuche hoy es una urgencia para el pensamientomapuche contemporáneo. Por cierto, sus textos son importantes por si mismos, abren la reflexión sobre la historia de mujeres mapuche, en el caso de Margarita, y permiten extender la dimensión territorial al Puelmapu con Fabiana. Dos tremendos aportes que expanden la reflexión y la historia mapuche.
Por último, es importante puntualizar que el año 2006 se pretendió cimentar lo que se llamó una “Epistemología Mapuche”. Pasado los años aquella idea parece no atractiva, por el peligro del esencialismo, de su capacidad de bloquear la imaginación. Por ello en este ¡Allkütunge, wingka!, ¡ka kiñechi! se abraza, más bien, la noción de las múltiples y diversas formas de pensarnos. Con ello, pareciera que, de existir aquello de una epistemología propia, esta se trataría más bien de una pulsión por la complejidad, por lo abigarrado, por el itrofil del mundo mapuche.
Finalmente, estamos ante un nuevo hito editorial, que da cuenta de la vida activa del pensamiento mapuche actual, de sus tensiones y transformaciones, como todo pueblo vivo las tiene, y todavía más si remarcamos que esta vez se trata de una editorial mapuche la que impulsa la labor de publicar, Ediciones Comunidad de Historia Mapuche. Sin duda, en este libro se respira la madurez actual del quehacer escritural mapuche.
Claudio Alvarado Lincopi